Lo más importante es disfrutar la vida mientras podamos, porque andamos por ahí una sola vez y cuando se acabó, se acabó. W.A.

martes, 19 de junio de 2007


En alguna ocasión escribí por ahí que las princesas se alimentan de fantasía[1], pero si mis princesas[2] siguen alimentándose de la manera en que lo hacen, en poco tiempo padecerán de alguna variante fantástica de diabetes y no precisamente porque sigan inventando platillos raros como un colorido emparedado de queso con cereal de colores acompañado por guarnición dulce de uvas asfixiadas[3] sino porque ahora resulta que una de mis sobrinas me presentó muy formalmente a su amigo Chicle.

El amigo Chicle, es el modelo de amigo que todos quisiéramos en la infancia, la acompaña en cada viaje que realiza, la consuela cuando ha recibido un buen regaño por parte de su padre y qué decir de las canciones de cuna que le debe cantar al oído cada noche. No puede bañarse con él ni llevarlo al colegio, pero él siempre estará dispuesto a ser puntual y esperarla a la salida de la escuela justo a las 12:50hrs.

El amigo chicle no es el típico niño odioso que molesta a cada segundo y al que estamos dispuestos a estrangular en cuanto nadie nos ve. Casi siempre está con ella, aunque no siempre ha sido parte de su breve vida. Llegó como las mejores oportunidades de nuestras vidas, inesperadamente y hoy pasó de ser la plasta de chicle que se pegó en la colchita por no tener cuidado, al mejor amigo de la linda nena.

No cabe duda que la imaginación de los niños rebasa todas las expectativas que un adulto pueda tener, he aprendido mucho de ellos y me han apoyado para mantener intacta mi capacidad de asombro, pero escuchar a la más pequeña de mis sobrinas platicar con un chicle seco, negro y que ha sido lavado y relavado por más de un año, me genera una sensación extremadamente extraña.

Una buena amiga dice que soy bastante institucional y esa actitud no pudo faltar el día de la gran presentación. Tomé la esquina de la colchita de mi sobrina y dije “Hola amigo Chicle” aunque jamás esperé que después de aceptar la amistad, también tendría que jugar y platicar con él.

Yo tengo un amigo, Mr. Pollo y aunque no salgo con él, no me iría mal si pudiera hacerlo, pero juro que no platico con él y mucho menos se lo presento a mis familiares y amigos… bueno, sí lo presento, pero por lo menos este es intelectual y bilingüe[4], cosa de la cual el amigo Chicle aún no puede presumir.



[1] http://www.fotolog.com/zonaprivada/9367909
[2] Sobrenombre que doy a mis sobrinas.
[3] ¿Qué le dijo una uva verde a una uva morada?
[4] http://www.fotolog.com/princesa_da_lua/22954075

3 comentarios:

*CaleidOscópica dijo...

es bueno tenerte de vuelta

genial el post! ya hacías falta,
sabes que tu sobrina se perfila a tener en 15 años un amigo pollo igual que tú.

bien por la princesa sofy. sigue ayudándola a mantener esa gran imaginación.

PD. luego me aclaras lo de Mercedez no?

saludos!

Anónimo dijo...

Deve ser eu que estou enferrujando no castelhano, então... =p

Um chiclete como amigo imaginário? Tem coisas que só em blog mesmo eu leio... Jejeje, falando em castelhano, tava vendo um video legendado em espanhol (coloquei-o em meu blog), e uma estranha palavra aparece. Levei um tempo pra entender, mas minha mente poluída conseguiu captar. Só não falo qual é pra não te deixar sem-graça... =)

Rafael López Castañón dijo...

welcome back!





yo no tengo amigos pollos, solo algunos de peluche =)


quiero tomar café, es que ya es la hora, que tengas un lindo día! =)