Lo más importante es disfrutar la vida mientras podamos, porque andamos por ahí una sola vez y cuando se acabó, se acabó. W.A.

jueves, 30 de julio de 2009

domingo, 26 de julio de 2009

Después de Roger Rabbit.





Para qué decir que éstas vacaciones han sido las mejores desde hace dos años... mejor cuento el cúmulo de nostalgia que trajeron consigo.



Para empezar tuve una racha de películas cursis, baratas y en la mayoría las chicas vestían Prada, Louis Vuiton y cosas por el estilo y trabajaban en revistas del estilo de Vogue. ¿Por qué caer tan bajo? En un pueblo como Huimanguillo (haga el favor de pronunciarlo en voz alta, es divertido) no hay nada que hacer, y cuando digo nada es NADA.


Después de años de estar en la Universidad, no había tenido unas vacaciones completas en el pueblo donde nací hasta ahora. Me percaté de que ya no conozco a la gente que vive ahí, que varios de mi generación están casado, con hijos y auto O.o, que cuando salgo a patinar por las calles, ya no es tan tranquilo como 5años atrás y que las caras que me saludan a lo lejos, son más borrosas que cuando estaba en la prepa (no me gusta usar mis gafas).


Pasear los sábados por la tarde y escuchar las campanas de la iglesia, pasar por los templos protestantes y ver el parque vacío a las 7pm, es más nostálgico de lo que un día imaginé y saber que mis viejos amigos de la prepa son todo, menos mis amigos... no sé si sea deprimente, alarmante o simplemente, evolución.


He pasado algunas tardes viendo fotos viejas, escudriñando en mi recámara (en casa de mi madre) recuerdos guardados en un cajón y figuras olvidadas en la pintura de las paredes, me he topado con persolas que me llaman por mi nombre y saludan con una sonrisa sincera, y me apena poder contestar sólo con una cara de confusión porque no los recuerdo tan bien como ellos amí.


Este verano he visto en televisión, menciones de viejos reproductores portátiles, notas sobre el juego de canica y mis sobrinos se han comprado patines a una edad en la que yo ya era veterana en esos andares. Este verano fui donde podían armarme una bicicleta para que quedara a mi gusto y pudiera salir más allá de las principales calles del pueblo, pero soy muy exigente y tuve que caminar.


Con mi sombrilla en mano, gafas oscuras y un lindo sombrero cuando la sombrilla prefirió dañarse, caminé todos los días en Huimanguillo, aunque la gente me mirase extrañada por cuidarme de los insesantes rayos del sol. Fui a la tiendita de la esquina, al negocio de mi madre, al videoclub y en una de esas visitas... ahí estaba, esperándome después de haber visto tanta basura cute y exageradamente rosa: Who Framed Rogger Rabbit. Para seguir recordando viejos tiempo (viejísimos).


Hoy aún me falta dos semanas por el pueblo, pero ya extraño mi casa azul-algodón-de-azúcar, lo bueno de todo es que volví por el buen camino de las películas (Elephant, de Gus Van Sant) y después de enfermarme todo el fin de semana, parece que mi madre se puso las pilas para consentirme.


Después de Roger Rabbit, dejé atrás la nostalgia que me envolvía y la frustración que me ocacionó la Polaroid, pues no quiso funcionar. Mejor disfruto de los jugos naturales que mi madre prepara cada mañana y el canto de los bichos en el patio de la casa.



P.D. Éstas no son las mejores vacaciones desde hace dos años.

miércoles, 22 de julio de 2009

Juguete nuevo...





POLAROID MINIPORTRAIT









domingo, 19 de julio de 2009

Hoy...



Desperté buscando un nuevo mensaje de texto.

Pensé en ti.

 

Desayuné una Coca Cola.

Pensé en ti.

 

Guardé un par de pantuflas, que en realidad no son par.

Pensé en ti.

 

Borré números telefónicos

Pensé en ti.

 

Tomé un vaso de limonada muy fría.

Pensé en ti.

 

Escuché Coldplay.

Pensé en ti.

 

Quise estar en casa.

Pensé en ti.

 

Eliminé fotos.

Pensé en ti.

 

El sentimiento me ganó.

Pensé en ti.

 

Lloré poco… pensando en ti.

 

 

martes, 14 de julio de 2009

Creo poder escribir esto...






























FIN.

martes, 7 de julio de 2009





Porque con él sentí la música
y conocí la verdadera pasión por el baile, por la vida.

Porque más que un idolo musical,
fue la conexión de mi mundo y el mundo de él.

Porque no sé si sobreviviré después de esta ruptura.

Porque amo lo que fue y me hizo construir.

Por él, mis hijos y los hijos de mis hijos...


Nunca lo olvidaré.