Lo más importante es disfrutar la vida mientras podamos, porque andamos por ahí una sola vez y cuando se acabó, se acabó. W.A.

martes, 18 de mayo de 2010

de hace mucho tiempo atrás


Yo digo que ya no quiero soñar.

Tú no imaginas siquiera mis sueños.

Él dice que debería disfrutarlos, que siga soñando.






Él dice que los sueños secuenciales son los mejores.

Tú buscas en tus recuerdos sueños de ese tipo.

Yo estoy tengo una vida paralela cada noche.





Yo desayuno a medianoche, en mis sueños.

Tú no vas a la cama sin cenar.

Él no cena antes de dormir.





Él aguardará una explicación acerca de mis sueños.

Tú te preguntas qué habrá en ellos.

Yo sólo sé que ya no quiero soñar.



viernes, 7 de mayo de 2010

Hueso 'e mico








Franklin caminaba diariamente por 27 de febrero y detenía por segundos su mirada sobre el viejo Instituto Juárez, se colocaba frente a la gran entrada y miraba hacia adentro desde la acera de en frente. Fijaba sus ojos sobre el sabio Juchimán y volteaba hacia el cielo como resignándose... regresaba a la gran escultura de piedra y pedía perdón en nombre de quienes ajenos a su espíritu de identidad, dejaban desgastar una y otra vez la bandera nacional en la cúspide del centro cultural.

-Estudié aquí, Derecho, esas fueron mis aulas en la generación 67-71.

Y mis ojos se maravillaban ante el insólito monólogo que Franklin recitaba para mí, frente al Instituto, del cual acababa de salir, con esa energía que te imprimen sus altos muros, llenos de música y conocimiento, guardianes de la cultura en Tabasco.

Abogado de profesión, Franklin me reveló que tuvo oportunidad de ser fotógrafo oficial Carlos A. Madrazo y que aprendió además de Jurisprudencia, Contaduría y Mecanografía que era algo que en ese tiempo se estudiaba casi por inercia, pero que ahora con tanta tecnología y esas computadoras que lo hacen todo, la contabilidad que él aprendió ya no es muy útil, pero que sí puede escribir fácil en cualquier computadora a sus 68años.

- ¿Usted qué propondría para que no pasara eso? Cuestionó mientras señalaba la bandera roída por el tiempo. –Y mire que estamos frente al Juchimán, aunque estemos hasta acá; ¿Conoce el “Hueso ‘e mico”?
-Mmm.
-Ya nadie conoce el “Hueso ‘e mico”

Acto seguido, abre más sus enormes ojos sureños, empuña sus manos cansadas y agitando fuerte, pero discretamente, recita…

Hueso ‘e mico, Pochitoque, Nacajuca, Juchimán; Hueso ‘e mico, Pochitoque, Nacajuca, Juchimán; Hueso ‘e mico, Pochitoque, Nacajuca, Juchimán. Universidad Universidad, Universidad.

Suelta una risa y me mira extrañado de que, en silencio, haya hecho la gesticulación de la porra universitaria.

-Yo creo que sólo con que le hagan un dobladillo grueso y pesado al final, en el rojo, se solucionaría el problema. Así resistiría más al viento.

La locución del veterano defensor del derecho, se trasladaba poco a poco del Instituto al embarcadero comercial que alguna vez existió a orillas del Río Grijalva, donde se ubica actualmente el amurallado malecón de la ciudad. Describía la llegada de los barcos con una magia que yo no puedo reproducir con letras, pues ese tipo de magia sólo se halla en las miradas del recuerdo.

-Ultramarinos, así le llamaban a lo que ahora le dicen falluca, pero no era de esa falluca que traen ahora. Los barcos comerciales traían quesos de Europa, vinos y carnes frías que, hubiese usted visto señorita, de una calidad incomparable. Mi padre que era alijador, nos compraba un queso patagrás holandés así de grande y chato (simulando el tamaño de, ¿qué será?, unas 14 pulgadas, pero en redondo). Una rebanada de ese queso delicioso y desayunábamos rebien.

En Tabasco hay historia y cultura de más; si visualizamos la cultura como el desarrollo de las Bellas Artes, el Instituto Juárez es hoy una de la máximas casas del conocimiento, pero si hablamos de cultura histórica, del folclor, hay muchos Flanklins tomando una cerveza en una vieja cantina, de las decentes, hablando de lo que fue y asombrándose de lo que es hoy la Villahermosa que lucha por salir adelante.

-Yo nací en plena Segunda Guerra Mundial y míreme, traigo dos o tres encima, pero tengo fuerza para rato. Mi generación, es generación privilegiada.



...

El Instituto Juárez actualmente alberga la Dirección de Difusión Cultural de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y funge como uno de los mayores impulsores de las artes en el Estado esmeralda.