Lo más importante es disfrutar la vida mientras podamos, porque andamos por ahí una sola vez y cuando se acabó, se acabó. W.A.

jueves, 26 de febrero de 2009

Recetas para la vida diaria I.

¿Cómo pagar lo justo por una carrera de taxi?

Ingredientes.

1 Concierto de La Única e Internacional Sonora Santanera.
1 Taxi colectivo.
1 Chofer trácala. 
Amigas de confianza (a quienes llamaremos, por cuestiones de seguridad:  1,2 y 3).
Un manojo de estupidez.
Valentía al gusto.


Manera de hacerse:

Tome un taxi colectivo (es más barato) para dirigirse al lugar del concierto, indique al conductor el lugar de destino y no pague hasta que esté ahí. Cuando halla llegado al lugar (que bien puede ser el parque La Choca -Vhsa-), mire a una de sus amigas extender $15.00 para saldar la cuenta con el taxista... a continuación:

Taxista: Faltan dos pesos señorita.
Amiga 1: No señor, si siempre me cobran eso, (a Amiga 2) ¿Verdad que siempre nos cobran  quince pesos?
Amiga 2: Sí.
Taxista: No, son diecisiete pesos, faltan dos, o me pagan o las regreso a donde la subí.


La Amiga 1 paga, debe bajarse inmediatamente del automóvil, cierra la puerta dejando a las otras dos en el auto...

Taxista (extendiendo los $15.00 hacia atrás): O me pagan los dos pesos o las regreso.

(El taxi empezará a moverse una vez más y las dos amigas que quedaron aún permanecen en el auto). La Amiga 3 intentará abrir la puerta si éxito, mientras la Amiga 2 lo hace sin esfuerzo e intrépidamente se baja del taxi en movimiento, viendo caer estrepitosamente (además de su cuerpo) sus indispensables anteojos.

Una vez efectuada la caía, el taxista frenará y la Amiga 3 podrá descender de la unidad, mientras la Amiga 1 insulta desmesuradamente al trácala. Del otro lado del coche, la Amiga 2 se levanta como si nada hubiese pasado y se une a las Amigas 1 y 3 para dirigirse al lugar del concierto. 

Después del susto que uno de los integrantes del equipo le de al taxista, créame, ni se acordará de lo que quiere cobrar de más.



domingo, 22 de febrero de 2009

Buenos días.

Sábado por la tarde-noche.

Fa: Mañana voy a hacer ayuno.
Ma: ¿Y eso por qué?
Fa: No'más.


Domingo por la mañana:

Fa (gritando desde la cama): Maaaa!
Ma (después de ir de la cocina a la recámara): Hola mi vida, buenos días.
Fa: Buenos días Ma (le ofrece un tierno y casi interminable abrazo).
Ma: ¿Quieres unos huevitos con tomate y frijolitos con queso para desayunar? Ya están listos.
Fa (recordando la advertencia del día anterior): Bueno.


Si las madres ponen a un lado sus verdaderas intenciones para hacernos felices cuando somos niños y hasta la fecha, ¿por qué no hacerlo nosotros de vez en cuando?

miércoles, 18 de febrero de 2009

La gran plaga humana...


Para leer este texto y entender o por lo menos hacer que entiendes, es necesario trasladarte antes a el link que aparece a continuación:


Púshale aquí


Parte 2.

- Hace casi dos años que le estás pidiendo a Santa un gato de verdad y hasta hoy no veo claro.

- Pues cómo, si hace un año que te hicieron el último examen de la vista y como que ya te toca ¿no?

- Imbécil. Yo hablo del gato, del gato aquel que querías, como el que tenía tu mamá.

- Aaah, ese gato. Mi mamá tenía un gato blanco que le regaló mi hermano en una navidad…Pero si a mi ni me gustan los gatos, sólo los esponjaditos esos que salen en la tevé. ¿te acuerdas del comercial de Wiskas Supreme? Tan bonito el gato… pero no, a mi no me gustan.

- ¿Entonces para qué diablos querías pedirle a Santa un gato de verdad?

- Mira. Después de analizar el suceso de aquella navidad, cuando me percaté de que el panzón ese, que dicen que se viste de rojo sólo porque la Coca-Cola dijo que rojo sería, ni siquiera existe, me puse a pensar…

- Y caíste en la cuenta de que es más extraordinario imaginar que piensas a pensar que imaginas la llegada de un tipo barbudo con un costal de regalos que posiblemente podría traer un gato asfixiándose por tu ingenioso deseo de querer un gato de verdad…

- No digas bobadas y déjame terminar.

- Ahora resulta que lo que digo son bobadas, mira nada más.

- ¿Me dejas terminar?

- Ora piensas, ora termina pues, hay que aprovechar.

- Mi mismo: pero si a ti ni te gustan los gatos, no’más los que salen en la televisión, mejor déjate de pendejadas y borra la estúpida idea de pedir un gato blanco como el del comercial.

- Ajá. ¿Y qué más?

- ¿Qué más de qué?

- ¿Nada más eso pensaste?

- No voy a pedir un gato (si ni me gustan los gatos) a un tipito (que ni siquiera existe) arriesgando a que se muera en el trayecto de la chimenea (por cierto, no hay chimenea en ésta casa) al pie del arbolito de navidad. ¿Cómo para qué?

- Pues si hasta dos años después logras, según tú, pensar y la respuesta es igual de estúpida que la conversación de tanto tiempo atrás, te recomiendo que dejes de hacer públicos tus pensamientos porque de tanto planear (no es cierto, esta cosa ni planeada estuvo, salió así no’más, como por arte de Mora) vas a ahuyentar a quienes se asoman por aquí de vez en cuando.

- ¿Quiénes?

- Si se supone que te diste cuenta que los gatos no te gustan, Santa no existe y la casa no tiene chimenea.. ¿No crees que ya ha pasado suficiente tiempo como para que aceptes que quien menos existe somos nosotros y sólo somos objeto de la imaginación de un ser sin que haser, mismo que nos ha mantenido en un blog por todos estos años?

- ¿Cuáles “todos estos años” si apenas son míseros dos?





Felices dos años a este blog.

domingo, 8 de febrero de 2009

Haz que las cosas sucedan.



Cuando las cosas se quieren hacer, no hay nada que pueda detenerte.



Este año habrá muchos viajes


y conoceremos diversos rincones de Tabasco



pues en verano


una GRAN aventura nos espera.





Fotos: Tapijulapa, Tacotalpa.
Tabasco, México.

jueves, 5 de febrero de 2009




Ya que estoy de vuelta...



quiero volver.